domingo, 18 de noviembre de 2012

Pastel con peonía para mi abuela


Mi abuela cumplió el otro día 88 años. Siempre reune a la familia y comemos en algún restaurante. Este año me dijo que si podía hiciera yo el pastel, pero algo sencillo, lo que quieras, que "como no tienes tiempo no quiero que te entretengas". Pero como no iba a hacer algo bonito para mi abuela, y como me gusta tanto hacer flores, esta era una buena oportunidad para probar cosas nuevas.
En el curso de las chicas de Atelier Sucreme me enseñaron a hacer la peonía abierta (ay, tengo que escribir esa entrada, pero me pasa como con el de Cakes Haute Couture, que quiero hacer unas fotos preciosas y no encuentro el momento perfecto). Pero yo estoy enamorada de la peonía abierta, es preciosa, podéis verla en la página de cursos de flores de Atelier Sucreme. Además me gustan mucho las flores con centro verde y el resto en blanco, hay un tipo de peonía así, me he prometido a mí misma comprármela para el jardín. Patricia Arribálzaga tiene una parecida en una tarta de boda, y en esa me inspiré para probar la peonía abierta.


En espera de conseguir el cortador de peonía, utilicé el que tengo de peonía cerrada, modificando un poco la forma para conseguir los pétalos. La humedad no jugó a mi favor. Ya había visto los efectos de la humedad en una peonía, ¡da una pena!, y a pesar de estar el jueves a 20 grados, estos últimos días de lluvia hicieron que algún pétalo llegara algo roto al restaurante, y la flor más abierta. Y tampoco la luz era buena para hacer fotos.
Para completar, unos rosetones a modo de medallón y unas hortensias, y este entredós tan bonito que compré en una mercería de esas pequeñitas de barrio de toda la vida que hay al lado del trabajo. Una pareja mayor y encantadora, me encantan esas tiendecitas tan cercanas.



He disfrutado mucho haciendo este pastel, porque me encanta hacerlos y porque todo el cariño que ponía era para una persona querida. Un pastel digno de una boda, para mi abuela Juana, porque ella lo vale.

Los sabores eran: piso superior, bizcocho de naranja con almíbar de naranja y ganache de chocolate negro; piso inferior, red velvet sin red con almíbar de chocolate y ganache de chocolate con leche.  

Y nada más que contar, comilona, pasteles y el típico discurso de mi abuela, siempre se inventa alguno en las reuniones familiares, o recita alguno de los que se decían hace muuuchos años, menuda memoria tiene, ya quisiera yo la mitad.
Pero me quedo con su frase final, "no hay suficiente dinero en el mundo para pagar lo que yo tengo". Pues claro yaya, te queremos, hijos, hijas, amigos, sobrinos, nietas (sí, porque nietos ninguno, 7 nietas, je je), biznietos y biznietas (9 ni más ni menos), porque te lo mereces.
¡Hasta la próxima!

miércoles, 14 de noviembre de 2012

T'estimo fins l'univers obert i tancat...


"T'estimo fins l'univers obert i tancat" (Te quiero hasta el universo abierto y cerrado). Ese fue el reto que me propuso Xavi esta vez (después del de "Sé lo que hicísteis el próximo verano"), un pastel que contuviera ese texto. Esta frase es fruto del amor de un niño por su madre, infinito, y de esas frases, a veces absurdas pero llenas de significado que dicen los niños, y que hacen que las madres nos derritamos.
 
Sí, esa frase se la decía Xavi a su madre cuando era pequeño, y ha perdurado con el tiempo. Y eso es lo que quería regalarle a su madre como sorpresa en el día de hoy, el día de su cumpleaños.
 

 

Cubrí el pastel con fondant teñido con colorante "Ice blue". Saqué los colorantes en polvo (blanco, negro, azul pacífico y azul lunar) y, brocha en mano, fuí aplicando realizando sombreados. Cuando empecé no tenía ni idea de como quedaría, pero quedó un color azul precioso y brillante (porque los azules eran brillos). Por cierto, que esos colorantes azules que compre, porque no tenía, me vinieron con un cupcake de chicle delicioso, ¡gracias Ivana!
 
Para pintar la frase utilicé también dos tonos de plateado, y la pinté haciendo una espiral, como nos enseñó Mamá Convergente en uno de sus cursos de diseño, el de Láminas y Cuadros. Me pareció que, en cierto modo, esa espiral simbolizaba el abierto y cerrado de la frase.
 

Y para complementar, estrellitas y nubes.
 
El bizcocho es un red velvet sin red (o sea, de chocolate, usando la receta de Red Velvet de El Rincón de Bea, pero sin colorante), con almíbar de fresa y relleno de ganache de chocolate blanco con un toque de fresa (para comérselo a cucharadas de rico que está).
 
Espero que disfrutes Paqui de tu fiesta sorpresa, ¡muchas felicidades! Y gracias Xavi por confiar en mí de nuevo.

Para todos los demás, disfrutad de los hijos los que tenéis, y los que no de la vida. ¡Hasta la próxima!

domingo, 11 de noviembre de 2012

Pastel ninfa del bosque para Claudia

 
En mi entrada anterior os hablaba del primer pastel de Tom y Jerry que hice, uno de los primeros. Pero el pastel de Hello Kitty que hice para mi sobrina para su cumpleaños el año pasado fue el primero. Un año ha pasado ya desde ese primer pastel, y la fascinación que tenía por las galletas decoradas de poco antes dió paso a la fascinación por el fondant y todo lo que se puede realizar con los diferentes tipos de pasta de azúcar.
 
Mi sobrina ha cumplido ya 6 años, y quise hacerle este pastel express, improvisado, y en rosa. La figura fué totalmente improvisada y express también. Es algo así como una ninfa de las flores, descansando en una gran flor. El vestido está hecho con el cortador de pétalos de peonía (con pasta haciendo aguas en blanco), y el pelo también es una flor. Para quien conozca las muñecas Kimmidoll, la cara la he copiado de la muñequita que me compré hace poco, son preciosas. Le ha quedado una expresión la mar de tierna, y es bien facilita de pintar.
 
 
Las alas las hice en forma de mariposa y con purpurina.

 
Y, como no, unas florecillas, primrose esta vez, jugando con los tres tonos del pastel. ¿Alguna vez os he dicho lo que disfruto haciendo flores? ¿No?


También hice su nombre en galleta. No veas como volaron, los niños estaban alrededor mientras desmontaba el pastel para cortarlo esperando coger una galleta, una flor o una bola de fondant. Y tampoco esperaron a que sacáramos los platos de la cocina, se lo comieron allí mismo.
 

Bueno Claudia, muchas felicidades, cómo crecéis todos. Ya sabes que tus primas se lo pasan genial en tu casa, sobretodo pintándose la cara. Un abrazo muy grande.
 
Y a vosotros, gracias por leerme, nos vemos pronto.

Pastel Tom y Jerry para Berta

 
Hace poco menos de un año modelaba mis primeros Tom y Jerry en este pastel que podéis ver aquí. Era mi segundo pastel con fondant que hacía. Bueno, miento, el tercero si cuento el del curso con Patricia Arribálzaga, que hice la semana anterior a ese pastel.
 
Es normal, pero cuando miro los primeros pasteles veo montones de fallos (por entonces me parecía increible conseguir hacerlos, con mis más y mis menos), entiendo por qué se me desmontaba una figura, o por qué aquél pastel no quedó tan liso.
 
Bueno, a lo que vamos, que me pierdo. Berta hacía 6 años esta semana. El anterior pastel para ellos, para Semana Santa, había sido "o de Los Pitufos o de Tom y Jerry". Y como hicimos una seta de Pitufina, para esta ocasión estaba muy claro: Tom y Jerry, daba igual el color, como quisiera (ji ji, como se disfruta cuando te dicen esto). Tenía un colorante nuevo "electric green" que compré a Ivana y había hecho alguna prueba de color con fondant y pasta de goma, que me gustó mucho, así que decidí hacerlo de este color, pensé que quedaría genial con los colores de los personajes.



Quería salir de la típica escena de persecución de Tom a Jerry, hacerlos divertidos, para esta ocasión especial. Y se me ocurrió hacer un tobogán. Bueno, al final no hice exactamente lo que tenía en mente, pero me gustó el resultado. No sé si os pasa, pero a veces miras un pastel a medio montar y no te dice nada, pero van saliendo pequeños detalles, vas complementando, una florecita aquí, un puntito allá, y cuando lo miras al día siguiente te parece estupendo. ¿Serán los duendes de la noche?
 
Mis hijas me decían que era muy verde, qué por qué lo había hecho tan verde. Si los hago lilas, que por qué los hago todos lilas (sí, los haría todos lilas), y si los rosas, pero mamá, si a tí no te gusta el rosa. Ja ja ja, estos niños siempre tienen algo que decir.

 
El número 6, los años que ha cumplido Berta, en galleta coronaba la parte redonda, con sus florecillas (como me gusta esta simple florecilla de 5 pétalos).
 
El pastel era bizcocho con un ligero toque de naranja, almíbar de naranja y ganaché de chocolate con leche con aroma de caramelo.
 
A Berta y a su hermana les ha encantado, Tom y Jerry han superado una tarde de juegos de dos niñas, y a los mayores les ha encantado el interior. ¿Qué mejor recompensa?
 
Un abrazo a todos, nos vemos.
 



viernes, 2 de noviembre de 2012

Sé lo que hiciste el último Smiley Pumpkin


Unos amigos se reunen cada año por Halloween en una reunión/festival que han llamado "Smiley Pumpkin". Esa reunión anual gira alrededor de una película de miedo, y ambientan la casa y adaptan el menú también. El año pasado la película elegida fue Scream, y podéis ver algunas de las cosas que hicimos aquí.

Este es el segundo año en que formo parte de ese festival, no de forma presencial, pero si haciendo algunas cositas dulces.

La película de este año era "Sé lo que hicísteis el último verano". Por si no la recordáis, trata de dos parejas de jóvenes que volviendo de una fiesta atropellan a un hombre y lo dan por muerto. Hacen desaparecer el cadáver, pero no les resulta fácil. Un año después empiezan a recibir notas con la frase que es título de la película. El supuesto muerto va vestido con ropa de pescador negra, incluyendo el gorro que quise plasmar con el pastel. También añadimos el juego de palabras, entre el título y el nombre del festival, dando lugar a "Sé lo que hicísteis el último Smiley Pumpkin".


En una de las escenas, aparece en el maletero del coche de una de las chicas el cadáver de uno de los chicos, y todo él cubierto de cangrejos de mar vivos. Me pidieron si podría plasmarse de alguna manera, así que modelé un cangrejito que quedó la mar de gracioso. Otro de los elementos característicos del asesino es la barra de hierro, que hice en miniatura, y que puse en la pinza de un cangrejo.

También hice unas galletas de naranja, con la misma frase, pero personalizadas a cada uno de ellos. Como si cada uno de ellos hubiera recibido la nota intimidatoria.


Así se las llevaron empaquetadas.


El bizcocho era un red velvet con almíbar de fresa y relleno de ganache de chocolate blanco. ¡Imaginad cómo se transfería el colorante al relleno! Les pedí una foto del corte, me hacía gracia verlo, y podéis ver el aspecto sangriendo del interior. Eso sí, delicioso. Me encanta este pastel.


Nada chicos, me alegro de que lo hayáis pasado tan bien estos días y de formar parte un poquito de estas reuniones, que las encuentro geniales.

Un abrazo y hasta la próxima.