lunes, 15 de octubre de 2012

Pastel para el cumple de mi mami

 
El 8 de octubre fue el cumpleaños de mi madre. Ella no quería que le hiciera el pastel, que si no tienes tiempo, que si uno sencillo,... Pero como madre no hay más que una no podía dejarla sin pastel especial.
 
Tenía muy claro que le iba a hacer flores, y además tenía dos cosas que quería utilizar: el fondant de chocolate negro y una puntilla que compré para otra ocasión y que al final no utilicé. Así que una comida familiar es la mejor oportunidad, je je, ¿con quién experimentamos si no?
 
A principios de octubre aún hacía calor. Este fondant de chocolate negro, de Satinice, tiene un color estupendo. Lo compré en Cupcakesadiario hace unos meses, pero usé sólo un poquito para unos adornos de este pastel jaula de pájaros. Queda exactamente del mismo color que el ganache, cuando lo partimos costaba distinguir dónde acababa la capa de fondant y dónde empezaba la de ganache. Y cuando lo estás amasando te sube un aroma a chocolate increible. Se me deshacía un pelín, me daba algo de miedo, pero al final quedó genial de acabado. Y ese contraste con el color marfil me encanta.
 
 
Las flores son unas anémonas de fantasía, en color marfil y pintadas y sombreadas con colorante en polvo color chocolate y un pelín de purpurina en el centro.

 
Abajo rematé con puntilla y una flor texturizada tipo broche. No las tenía todas conmigo a la hora de pegar la puntilla al pastel con la glasa. Tuve que poner puntitos de glasa en las zonas más tupidas de la puntilla, para evitar que transparentara y también que saliera por los agujeritos. Pero quedó la mar de sujeta.
 
Desde que usé la primera puntilla sólo imagino pasteles rematados con puntillas y blondas, y mira que los lazos me chiflan.

 
Y esta es mi madre en el restaurante con su pastel. Parece que se haya vestido a juego ¿verdad? No os imagináis el cuchillo que nos sacaron para cortarlo, ja ja, menuda carnicería hice.
 
Ah, el bizcocho era de naranja (que rica esa pasta), con almíbar de naranja y Benedictine y relleno de ganache de chocolate negro. Después de comer sobró casi la mitad, y eso que era pequeño, aunque muy alto.
 
Y perdonad la calidad de las fotos, estuve dos semanas sin cámara y tuve que usar el móvil. Y claro, no es lo mismo.
 
¡Un abrazo mami!

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