Tengo ganas de volver a hacer una tarta con fondant, pero como en la familia no gusta mucho, me pidieron que hiciera lo que quisiera, pero con chocolate.
Ya que no podía experimentar con fondant, experimentaba con lo que tenía que hacer, que para eso me dieron carta blanca, jeje.
Es una tarta de dos pisos, toooodo chocolate. Os voy a explicar los pasos que he realizado para hacer la tarta, porque los bizcochos, almíbar, relleno, cobertura es diferente para cada piso.
El otro día estuve practicando con la pasta de goma, e hize un crisantemo. No quedó mal, la verdad es que no es demasiado dificil, y con los polvos amarillos le da un aspecto estupendo. Iba a ser para esta tarta.
Con este bizcòcho de 12 cm, utilizando una plantilla de papel, recorté para formar un minicorazón.
Lo cubrí con un poco más de chocolate negro fundido, e intenté hacer unas rosas con ganaché de chocolate negro. Esto ha sido toda una aventura, porque yo quería hacer esas flores con mi boquilla 2D, pero se endurecía, o estaba demasiado blando, total, que la he liado en la cocina, pero no ha quedado demasiado mal.
En el vértice del corazón clave el crisantemo y dos margaritas. De paso tapé algunas imperfecciones.
El bizcocho grande es un bizcocho de yogur de limón, amarmolado, con almíbar de fresa, y relleno de mermelada y ganaché de chocolate negro. El frosting es el Chocolate & Sour Cream Frosting, la receta la podéis ver aquí. Esta vez sí tenía la nata fresca, que le da ese punto de agrio que queda muy bien, me ha gustado mucho. Este frosting endurece muy rápido, por lo que debe ser estupendo para cubrir tartas con fondant, queda muy liso y ahí dentro no se mueve ni una miga.
Para montarlo, el corazón estaba en una base de tamaño algo menor, y puesto tal cual encima del otro bizcocho, que como queda bastante duro, ni se mueve, ni se agrieta.
Podéis ver el corte del Red Velvet Cake, aunque la foto está hecha con poca luz, y no hace honor al color rojo intenso que tenía.
Intenté hacer más rosas para bordear el bizcocho, con el frosting, esta vez con algo más de éxito, pero al endurecer tan rápido también tuve lo mío.
El nombre lo hize de galletas, alternando galletas de vainilla y chocolate, y con glasa color marfil, que me encanta, queda muy fino.
Podéis ver el corte del Red Velvet Cake, aunque la foto está hecha con poca luz, y no hace honor al color rojo intenso que tenía.

Este es el corte del otro bizcocho, podéis ver lo planito que queda el frosting.
Rico, rico, y ligerito, jeje.

En esta última foto quería que se viera el dibujo de la servilleta, parte de una mantelería que me hizo mi abuela a punto de cruz hace unos años. En la servilleta sólo se ven algunas uvas, pero el mantel tiene unos racimos preciosos de uvas en colores lilas y turquesa, mis favoritos.
Tengo unas cuantas galletas navideñas por publicar, cuando me den permiso de unas y entregue las otras. La semana que viene una de las dos, y otras para un cumple.
Espero que os haya gustado, ¡hasta pronto!
2 comentarios:
waw!!! me encanta!! la flor te ha quedado estupenda!! y el bizcocho tiene una pinta.....
Tarta-Tachán
Gracias Bibiana.
El Red Velvet me lo guardo para repetir, por supuesto, aunque me tiña la lengua, jaja.
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