viernes, 23 de diciembre de 2011

Tarta Tintín



Dolors quería una tarta especial para el cumpleaños de su hijo Pablo. Siempre le han gustado las aventuras de Tintín, así que me preguntó si podía ser, y que además fuera de chocolate blanco.



Pensando en como decorar la tarta con la premisa de la cobertura blanca (que me da cierto respeto), y buscando imágenes de Tintín, encontré una del libro "El Templo del Sol", en una escena donde van por las montañas nevadas en busca del templo, con su túnica de colores, mirando sorprendido hacia arriba. Esta, pensé, es ideal por la nieve, así que me puse manos a la obra.

Es mi segundo modelado, y mi primera figura humana, así que a pesar de que las formas de este personaje no son difíciles, me ha costado bastante. Mis hijas se reían de ver la cabeza por un lado, los brazos po otro, era como el museo de los horrores. Pero estoy contenta con el resultado.

¿Pero por qué estará tan sorprendido Tintín?




Ah, porque ha descubierto que es el cumpleaños de Pablo y que cumple 23 años ya. Me gusta mucho como quedan las galletas con glasa negra, y está tan rica...



Tintín está hecho con pasta de goma. He podido comprobar la diferencia entre dos marcas, y nada que ver, esta queda mucho mejor que la que compré al principio. La túnica iba a ir pintada con unas rayas rojas, pero al final no me atreví, por miedo a estropear la figura.





Y aquí tenemos a su inseparable amigo, Milú, hecho de fondant. Después de hacer a su dueño, el perrito me pareció fácil.



El bizcocho es de yogur con mandarina, el almíbar de zumo de mandarina y un toque de Benedictine que le cogí a mi madre para probar, y relleno de trufa. La cobertura es ganaché de chocolate blanco adornado con trocitos de chocolate negro, que compré sin saber muy bien para qué utilizarlos y les busqué la utilidad rápidamente.



Espero que os haya gustado, ¡hasta la próxima entrada!

2 comentarios:

Atelier Sucrème: Mónica, Marta, María dijo...

Patri, acabo de flipar, te ha quedado acojonante

A punto de Cookie dijo...

Muchas gracias Mónica. Suerte que conseguí pasta de goma SPF, porque con la otra quedaba bastante peor.

No me atreví a pintar al final, después de trasnochar dos días como para arriesgarme a estropearlo.